¿Espiritualidad auténtica?, por Yolanda Mármol

¿Espiritualidad auténtica?, por Yolanda Mármol

¿ESPIRITUALIDAD

AUTÉNTICA?  

Por Yolanda Mármol

El camino de la espiritualidad es personal, único y diferente para cada persona, es decir, hay múltiples maneras y caminos para conectar con la auténtica espiritualidad. Antes de proseguir, quiero hacer un inciso, la espiritualidad en sí misma es auténtica. He querido poner “auténtica” y “no auténtica” para darnos cuenta de lo que verdaderamente es espiritual y lo que nos pueden llegar a hacer creer.

Hoy en día, en una sociedad donde “todo vale” o “casi todo”, nos pueden imponer desde fuera (sin darnos apenas cuenta) el modo de presentar la espiritualidad “no auténtica”, mediante dogmas, imposiciones, autoritarismo y mediante un pensamiento rígido y no flexible. Aquí entraría los “falsos gurús”.

La “auténtica espiritualidad”, es sencilla, gratis, flexible, no autoritaria, de pensamiento abierto y flexible. Por ejemplo, podemos conectar con la espiritualidad (todos somos seres espirituales) con la música, con el contacto con la naturaleza, con una lectura, contemplando un amanecer, haciendo yoga, meditando, y un largo etcétera. En definitiva, todo aquello que nos hace sentirnos plenos interiormente y conectados con todo y con todos, a la vez que, nos da paz y serenidad, nos conecta con nuestra espiritualidad. Y todo ello, si nos damos cuenta, lo podemos hacer por nosotros mismos, sin maestros ni “gurús”. No quiero decir con esto que, no haya personas que nos puedan inspirar, guiar y motivar por su modo de ser y ver el mundo, pero nunca nos impondrán su forma de hacer las cosas como la única forma válida, ya que, hay muchos caminos (y todos bajo la absoluta libertad) para llegar a ella.

Todo aquello que sea autoritario, no flexible, con un pensamiento cerrado y rígido, será más bien fruto de ego, y el ego es todo lo contrario a lo espiritual. Lo espiritual podrás observar que es natural, único y distinto para cada persona, por eso, hoy más que nunca, tenemos que mirar con ojos de observador para distinguir lo que es y lo que no es espiritual.

 

Todo aquello que no nos deja ser nosotros mismos, sacar lo mejor de nosotros y, no nos deja brillar, nos está alejando de nuestra espiritualidad.

Todo esto que he escrito anteriormente y he querido transmitir, me lleva a las siguientes frases (cuyos autores desconozco):

“Nadie puede enseñarte, nadie puede hacerte espiritual”.

“No hay otro maestro, sino tu propia alma”.

Y, como decía, te pueden inspirar, guíar, pero el camino hacia tu corazón,

y por ende, hace tu espiritualidad te pertenece solamente a ti.

EL PENTÁCULO, el símbolo de las mujeres sabias. Por Mar Cantero

EL PENTÁCULO, el símbolo de las mujeres sabias. Por Mar Cantero

 Por Mar Cantero

   

EL PENTÁCULO

El símbolo de las mujeres sabias

El pentáculo es un símbolo asignado desde hace mucho tiempo a la magia negra, a la brujería, incluso al diablo o el satanismo, pero en realidad tiene un significado muy distinto.

Te invito a conocer cuál es su verdadero origen en este artículo.

 

En las antiguas religiones paganas, el pentáculo era un símbolo de suerte y protección, y con la sabiduría. Digamos que a este símbolo, le ocurrió lo mismo que a la esvástica dhármica, originaria de la India, que tenía un significado muy positivo de regeneración y comienzo, y también con la suerte, pero lamentablemente fue tomado en primer lugar por el imperio romano y después por los nazis, convirtiéndolo ambos en un símbolo relacionado con la maldad, la crueldad, y la perversión más absolutas.

El libro titulado  “La clave de la magia negra” de Stainslas de Guaita (1897) fue el primer libro en el que se habló abiertamente de la vinculación de este símbolo con el satanismo, (utilizado con dos puntas hacia arriba) lo cual, nos lleva a la conclusión de que esta idea es muy reciente. Y después, otros libros, el cine, y otras creencias populares propagaron este significado como cierto, cuando realmente no lo es.

El pentáculo en la antigüedad se asociaba a la divinidad femenina, a la Diosa, origen y fin de todas las cosas. También represento a Venus, diosa del amor y la belleza. Incluso en la prehistoria era relacionado con la figura femenina, con el útero o con la fertilidad. Existen pinturas rupestres que constatan la presencia de estos pentagramas en épocas muy tempranas de nuestra historia.

En la magia llamada Wicca, que existe actualmente, da un significado a cada una de las puntas del pentáculo. En esta religión pagana las cinco puntas representan los cinco elementos; El agua, la tierra, el fuego, el viento y la quintaesencia. En la Edad media la quintaesencia era la sustancia que conformaba la bóveda celeste, es decir, lo que hoy entendemos como espacio. Ese pentagrama, según la religión Wicca representa al ser humano, apareciendo sus extremidades y cabeza en las puntas de la figura geométrica. La circunferencia que rodea al pentáculo sería el símbolo de armonía entre el ser humano y los cinco elementos de la naturaleza.

Lee los primeros capítulos de «Los mares del alba»

en sus nuevas ediciones «Alquimia e Infernum»

En mi novela “Los mares del alba”, las mujeres sabias se relacionan con este símbolo porque tiene un significado de sabiduría. La inquisición y las creencias erróneas populares fueron los encargados de cambiar el nombre a las mujeres sabias, curanderas, hechiceras, adivinadoras, o con cualquier otro don que sobresalía del resto de los mortales, por el de brujas. Este cambio conllevaba mucha parafernalia que adornaba a una única realidad: el miedo que los hombres de la Iglesia tenían a estas mujeres que, no solo les superaban en sabiduría, sino también en decencia, sensibilidad, empatía, y compasión por sus semejantes. El temor masculino ante la sabiduría femenina es ampliamente conocido a través de las épocas del pasado y lamentablemente aún perdura en nuestros días, en una minoría solamente.

<<Un hombre o una mujer sabios no tienes nada que temer de otra persona sabia. Un necio, sin embargo, tiene mucho que temer de una persona sabia, teme compararse, mirarse realmente al espejo, y sobretodo teme que su necedad salga a la luz.>>

Hoy en día, la sabiduría femenina sigue siendo motivo de temor, burla, o discrepancias, pero de lo que no hay duda es de que existe. Todas somos mujeres sabias, solo que algunas mujeres no son conscientes de ello, por eso no se comportan como tal. Ocurre lo mismo con los hombres, ellos también tienen su sabiduría interna, y ahora parece ridículo, casi absurdo, que un símbolo haya cambiado su significado tantas veces durante la Historia, para regresar en la actualidad a su punto de partida, a su auténtico significado.

Como dice parte de la contraportada de Los mares del alba: “Las mujeres sabias existieron, pero todas las pruebas de su existencia fueron ocultas por un poder, temeroso de la libertad intelectual femenina y así han permanecido hasta la escritura de esta novela. Su mayor enseñanza: “Todo puede lograrse si encontramos la sabiduría que habita dentro de nosotros.” No lo dudes, solo a ti, te está destinado conocer sus secretos.  

Sigue disfrutando de esta revista que hacemos entre varias mentes,

muy pensantes e inteligentes, para que saques tus propias conclusiones.

Deja tu comentario bajo este artículo. Nos interesa mucho tu opinión. 

La revista no se hace responsable de la opinión de sus autores. 

Subscríbete a

MENTES ABIERTAS

DESCUBRE EL PODER DE LA MEDIACIÓN, por Mayte López

DESCUBRE EL PODER DE LA MEDIACIÓN, por Mayte López

Descubre el poder de la mediación

Por Mayte López

 

¿Tienes un conflicto con tu jefe o algún compañero de trabajo?, ¿Tu hijo tiene problemas con compañeros en el colegio?, ¿No encuentras solución a los conflictos en tu comunidad de vecinos?, ¿Estás inmerso en un proceso de divorcio y no lográis llegar a un acuerdo?

La respuesta a todas estas preguntas es clara:

Hablando se entiende la gente

Para evitar acudir a los tribunales y encontrar solución a estos y otros tipos de conflictos, la mediación se presenta como una herramienta muy útil y efectiva. Te ahorrará juicios, dinero, estrés y preocupaciones.

Gracias a la mediación, y la función facilitadora del mediador, se produce el diálogo y se alcanza una solución beneficiosa para ambas partes.

Recuerda que la mediación es un proceso que garantiza la confidencialidad de la información que compartas. Lo que se dialogue no saldrá de esa habitación, o de esa videollamada en el caso de la mediación online. Esto te permitirá hablar con libertad, sin miedo y practicar la empatía y comprendiendo no solo tu postura sino también la de la otra parte.

Es un proceso flexible que se adapta a ti, respetando tu tiempo y agenda, donde podrás dialogar de forma natural, sin presiones. Así, se llega a una solución satisfactoria para todos.

Por ejemplo, se ha demostrado ser exitosa en casos de divorcio o custodia de hijos, evitando las sesiones judiciales y el daño emocional que éstas pueden causar a los menores. También en el ámbito profesional evita pleitos y, en el contexto escolar, la mediación goza de gran aceptación por las soluciones que ofrece.

¿Vale la pena la mediación?

Totalmente.

Mi experiencia me mostró que la mediación no solo es un método rápido y eficaz para resolver conflictos, sino que también evita los costos de un proceso judicial, donde un juez tomaría decisiones por ti, y no tú.

No siempre es cuestión de quien tiene la culpa, sino de saber dialogar y resolver el conflicto entre las partes. Cada persona tiene sus razones y, en este sentido, el mediador facilita el proceso para alcanzar un acuerdo.

Si tienes un conflicto que parece no tener solución, te recomiendo que pruebes la mediación, porque…

 

“La mediación es el arte de crear puentes en lugar de muros”.  

Anónimo

Deja tu comentario bajo este artículo. Nos interesa mucho tu opinión. 

La revista no se hace responsable de la opinión de sus autores. 

TRAMPAS, por Cristina Martínez Martín

TRAMPAS, por Cristina Martínez Martín

Por Cristina Martínez Martín

TRAMPAS:

Una lección que todavía tenemos

que aprender muchas mujeres,

es la de querernos.

Querernos como somos, con nuestras virtudes y defectos, con nuestro físico, sea cual sea, con nuestro organismo herencia de nuestros mayores, con nuestra estética independiente de los modelos en vigor, porque, no lo olvidemos, ahora se llevan las delgadas, pero el pasado las abundantemente carnosas, y con nuestras circunstancias.  Y si para conseguir el modelo, que no se adapta a nuestro físico o a nuestro organismo, nos tenemos que someter a verdaderas torturas, es que no nos estamos ni queriendo ni respetando.

Lo importante no es gustarle a los demás, sino gustarnos a nosotras mismas y evitar las comparaciones.

Cuidémonos por una cuestión de salud no por unas reglas de estética que pueden cambiar en cualquier momento y obedecen al capricho.

Los seres humanos buscamos y necesitamos el afecto, algo esencial en nuestras vidas, y las mujeres, somos en especial vulnerables en ese apartado

Nacemos, vivimos y morimos en función de los afectos de nuestros padres, de nuestras parejas y de nuestros hijos. Eso es maravilloso en sí, pero tiene un coste tremendo para muchas mujeres porque, para responder a las exigencias de sus seres queridos, han de anularse, han de dejar de lado oportunidades y profesión, y han de sacrificar, asimismo, ilusiones y proyectos.

Y por ahí entramos en un terreno peligroso.  ¿Es procedente anularse para que nos quieran?  ¿Compensa o por el contrario las mujeres termínanos transformándonos en seres resentidos por causa de esa anulación que ha dejado a nuestras vidas vacías de sentido?

No somos libres de escapar del enamoramiento, pero si lo somos de escapar de la esclavitud.  La dependencia no es amor.  El amor es libre y la dependencia ata con hilos de tanza, pero las mujeres confundimos ambos a menudo, una trampa.

Subscríbete a

MENTES ABIERTAS

Atrapados, por Cristina Martínez Martín

Atrapados, por Cristina Martínez Martín

Por Cristina Martínez Martín

Atrapados: En esta época, la imagen lo es todo.

Vivimos en la época en la que importa más parecer que ser. La imagen lo es todo. Si ya en el pasado la moda nos empujaba hacia modelos imposibles, como fue el caso en los años sesenta de Twiggy, aquella muchacha anoréxica todo hueso y piel, hoy todavía es peor.  Vivimos pegados al móvil y, por lo tanto, a la imagen de unos modelos imposibles de imitar.

De nada vale el consejo de nuestras madres: a los hombres les gusta tener donde agarrar porque también los hombres están mediatizados hoy en día al igual que las mujeres por esos ideales flacos, imposibles y artificiales.

De ahí a los excesos de la cirugía estética. En ciertos grupos de amigas todas se parecen tanto que es difícil distinguirlas.  Eso no procede de la casualidad ni de la coincidencia. Es evidente que todas acudieron al mismo cirujano.

Es verdad que a veces puede ayudar en casos de extrema reacción exterior el arreglar ciertos rasgos disparejos. Sin embargo, las diferencias son lo que nos hace únicos y cuando borramos esas supuestas imperfecciones estamos logrando el objetivo opuesto. Valga como ejemplo que la belleza de Bárbara Streisand reside en su nariz, la de Julia Roberts en una boca en exceso grande y la de Frida Kahlo en sus cejas unidas en el entrecejo.  

Además del gasto innecesario, del derroche de medios y de la ocupación de espacios esenciales para cirugías necesarias, no se habla de las consecuencias. Hay gente que muere en el quirófano a consecuencia de esas operaciones. Gente que queda deforme o con secuelas que les dejan enfermos el resto de su vida mientras que otros mueren por estar los quirófanos ocupados…

La belleza no consiste en unos determinados rasgos físicos. Como se ha visto a lo largo de la historia esos rasgos han ido cambiando.

Por ejemplo, a principios del siglo XX se llevaban las mujeres carnosas y en la época de Twiggy los esqueletos ambulantes; en la antigüedad la tez blanca era rasgo de belleza y la gente se ponía en la cara polvos con plomo. En el siglo XVIII se envenenaban con polvos de arsénico en las caras. Me cuesta imaginar las consecuencias a medio y largo plazo de esos polvos sobre la piel además de acarrearles la muerte, pero, por contraste, a finales del siglo XX se llevaba el bronceado y las mujeres se quemaban al sol.

En lugar de trabajar el interior para ser cada vez más dueños de nosotros mismos, retocamos la fachada hasta dejarla irreconocible y descuidamos el interior. De este modo, olvidamos lo esencial: la belleza consiste en estar bien consigo mismo, aceptarse y transmitir ese bienestar al exterior.

Subscríbete a

MENTES ABIERTAS

No puedes copiar el contenido de esta página