A la carga…, Cristina Martínez

A la carga…, Cristina Martínez

Por Cristina Martínez Martín

A la carga…

¿Cada cuántos días cae una nueva víctima a manos de su pareja?

 

 

 

Algo a lo que nos estamos acostumbrando como a la lluvia o al calor. Ahora bien, inevitables son la lluvia o el calor, pero no lo es el arrebatar la vida a otra persona.

Ver la edad de las víctimas de género y la de sus agresores, es aterrador.  Me cuesta creer que ese menor que ha matado va a salir cinco años después a la calle reformado. Al contrario, probablemente estará dispuesto a matar de nuevo a quien le contraríe, porque en verdad ha aprendido que “el asesinar” le ha costado bien poco. Con una legislación como la nuestra, los ciudadanos de a pie tenemos una sensación de impotencia y fragilidad extrema.

Cuando veo que la policía protege a los delincuentes tapándoles la cara mientras los llevan a declarar, y los familiares de las victimas se derraman en llanto frente a las cámaras, me digo, ¡qué sinsentido! Las victimas deberían poder llorar con total respeto e intimidad mientras que los ciudadanos deberíamos poder ver y marcar a los asesinos.  

 

Temo que el problema radica en que los padres de esta nueva generación piensan que quienes deben educar a sus hijos son los maestros y profesores y se desentienden de esos hijos molestos a quienes consienten todo por no ser capaces de enfrentarlos. Y, en consecuencia, los chavales se adueñan de la situación y tiranizan a sus padres…

Es muy difícil educar a los hijos. Cierto. Eso requiere un esfuerzo continuado y penoso. Y, cuando se viene de trabajar cansado, no se tienen ganas de pelear sino de descansar.  Y, torcer la voluntad de un adolescente que lo único que desea es que le dejen estar a su aire y hacer lo que le da la gana, sin ninguna disciplina de vida ni cortapisas, es harto difícil. Ahora bien, ese esfuerzo es fundamental y necesario si queremos una sociedad justa e igualitaria. 

Estoy convencida de que la educación es la clave para erradicar esta plaga.  Sé que en las escuelas se trabajan los valores de respeto.  Sin embargo, creo que esa educación no reside en la escuela sino en los hogares. En la escuela, se les enseñan diversas asignaturas y técnicas para construirse profesiones y se refuerzan los valores que traen de casa, pero es en la casa donde aprenden el respeto y el valor de la vida. 

 

 

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3 RUIDOS QUE NOS ALEJAN DE NUESTRA ESENCIA, Yolanda Mármol

3 RUIDOS QUE NOS ALEJAN DE NUESTRA ESENCIA, Yolanda Mármol

3 RUIDOS QUE NOS ALEJAN DE NUESTRA ESENCIA

Por Yolanda Mármol

Vivimos rodeados de múltiples estímulos, muchos de ellos innecesarios,

que nos llenan de distracciones y nos alejan de nuestros objetivos. 

Así mismo, estamos sobre cargados de información que recibimos por todas partes y no nos da tiempo a procesarla ni digerirla de forma adecuada. Todos esos estímulos que nos distraen y a toda esta carga de información les he llamado “ruidos”, que en realidad son cosas que nos alejan de nuestra esencia. ¡Vamos a ver dichos “ruidos”!

  1. La televisión: nunca me he sentido atraída por la televisión, y no te voy a negar, que más de una vez me he sentido un poco “el bicho raro”, pero a día de hoy, doy gracias y doy la bienvenida a ese “bicho raro”. En realidad, la televisión (conocida coloquialmente y por muchos como “la caja tonta”) nos quitan muchas horas de nuestra vida de una forma pasiva e insustancial. ¿Cuántas veces has escuchado a personas decir a alguien que quiere escribir un libro, terminar un trabajo, estudiar y así un largo etcétera, poniéndose excusas sin sentido sobre que no tiene tiempo, y luego se tira 2 y 3 horas diarias frente al televisor? Incoherente, ¿verdad? Y, ya dejamos al margen la gran manipulación que en ella se da y a la de mentiras que estamos expuestos, y que a pesar de saberlo, nos dejamos “hechizar” por el brillo, luces e imágenes en movimiento de la pantalla. Supongo que si me estás leyendo es porque quieres prosperar y conseguir tus objetivos, por lo que la televisión es un pasatiempo “sin mucho oficio ni beneficio”.

Si necesitas encontrar más razones de peso para dejar/reducir de ver televisión, te aconsejo el libro de denuncia, de Jerry Mander: Cuatro buenas razones para eliminar la televisión y el vídeo de youtube: Razones para eliminar la TV.

 

  1. Internet y Redes Sociales: reconozco que soy la primera que hago uso de internet y de las redes sociales ya que, debido a mi proyecto, tengo que hacer uso de las redes sociales, pero intento ponerme un máximo de horas y no excederme de ahí.

Una de las preguntas que me hicieron en una entrevista fue si en la era que vivimos de las redes sociales se podía ser espiritual (o algo así venía a decir la pregunta), a lo que yo respondí que era muy difícil, y en realidad lo es, pero no por ello, imposible. Si hacemos un mal uso y abuso de las redes sociales indudablemente será un “ruido que nos aleja de nuestra esencia”. Tenemos que ser inteligentes si queremos llegar a nuestra esencia y conseguir nuestros objetivos; tenemos que hacer un buen uso de las redes sociales, es decir, leer cosas que nos nutran y nos hagan crecer, seguir cuentas de personas que admiremos y que han conseguido sus objetivos, en definitiva, hacer un buen uso, y por supuesto, poner un tiempo limitado para ello, de lo contrario, nos saturaremos y nos alejará de nuestro centro y, por supuesto de nuestra esencia. En cambio si leemos cosas que nos nutran, y seguimos cuentas de personas que nos inspiren, sí nos pueden ayudar a conectar con nuestra esencia, y por ende, sí ser espirituales.

 

Te invito, a que introduzcas el minimalismo, tan oído hoy edía, pero que tan efectivo es para nuestro estado emocional y nuestro espíritu. Tira aquellas cosas que no hayas usado en un año, porque sabes que no lo vas a volver a usar. Puedes donarlo o regalarlo y seguro que alguien se beneficia de ello mucho más que tú.

 

3. Acumular cosas: ¿no te ha pasado ir a buscar una cosa y encontrar desorden y agobiarte y estresarte? y es que, el desorden está comprobado que genera malestar y estrés. ¿Cuántas cosas acumulamos año tras año, y las dejamos arrinconadas pensando que tal vez un día las vamos a utilizar? ¡Gran error! Sabemos de sobra, al menos de forma inconsciente, que no las vamos a usar, pero tendemos a apegarnos demasiado a las cosas (al igual que a las personas) y, todo ello a priori, nos genera nerviosismo, malestar y estrés, y como habrás adivinado, nos aleja de nuestra esencia.

Espero que se cumplan todos los objetivos que te has marcado para este año, y que este post te haya sido de ayuda para llegar a dichos objetivos, porque para dejar que algo nuevo entre, tenemos que soltar viejos hábitos.

Y es que, ya lo decía Sócrates que…

“El secreto de la felicidad está en desarrollar la capacidad de disfrutar con menos”.

 

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