¿Conoces la educación social?, Mayte López

¿Conoces la educación social?, Mayte López

¿Conoces la educación social?

Por Mayte López

 

Si no eres maestra, ¿Qué eres entonces?

Soy Educadora Social.

No hace mucho, realizando unas prácticas de Educación Social en un Instituto, me preguntó una alumna de 1º de la E.S.O.:

 Si no eres maestra, ¿Qué eres entonces?

– Soy Educadora Social.

«El educador y la educadora social son profesionales que llevan a cabo una acción socioeducativa con personas y/o grupos…promueve la educación a lo largo de toda la vida a través de la participación y el desarrollo del espíritu crítico» (Bas-Peña, Pérez-de-Guzmán y Vargas Vergara, 2014) La educación social facilita y ayuda, a través de la acción educativa, a la integración de todas las personas en la sociedad. Por ello, no hay que confundirlo con el Trabajo Social, que mediante la vía asistencial materializa la integración económica de las personas en situación de vulnerabilidad. ¿Quién dispone de la capacidad y competencia para educar? Desde la infancia, es evidente que es labor de los padres y madres. Cuando están en edad escolar, pensamos que la labor sigue correspondiendo a los padres y madres, pero también interviene el colegio, y cuando son mayores pensamos que ya estamos educados y listos para movernos en la sociedad. Lamentablemente, no siempre es así, y por multitud de motivos no sabemos transitar, de forma positiva, por la etapa de la infancia y posteriores desarrollos.  

En el colegio, los maestros están capacitados para enseñar las diversas materias exigidas en el sistema educativo vigente, pero no lo están para la enseñanza social y emocional compleja, ya que sus estudios universitarios cubren las competencias de enseñanza y aprendizaje de materias educativas curriculares, donde la educación social no está sistematizada ni presente. En la etapa adulta, no todos han adquirido las competencias sociales y emocionales necesarias para actuar en sociedad, y he aquí, donde son más observables los graves problemas que pueden derivarse para las personas y para la sociedad. Actualmente, son muchas las noticias diarias en las que asistimos a casos de acoso escolar, laboral, violencia de género, peleas callejeras, violaciones, faltas de respeto, etc. La clave es la educación social. Porque somos seres sociales y debemos educar y ser educados para aprender a vivir en sociedad, respetando las normas y a las personas. En el año 1991, nace la profesión de la Educación Social, una carrera universitaria que dota de la capacidad y competencia suficiente para realizar la labor pedagógica-social. Nace la profesión de Educador/a Social.  

El 2 de octubre se celebra el

Día de la Educación Social.

Es una profesión joven, pero ya tiene más de 30 años de existencia y a pesar de ello, es bastante desconocida.

¿Cuántos educadores sociales conocéis? ¿Cuántos educadores sociales están en los equipos escolares? Son muchas las Comunidades Autónomas las que ya empiezan a legislar de forma que la figura del Educador Social esté presente en los centros escolares, en las diferentes etapas educativas, si bien son pocos los centros que tienen en su plantilla a estos profesionales tan necesarios. El Educador también trabaja en otros campos, diferentes a los centros escolares:

  • Intervención socioeducativa en el contexto familiar y laboral.
  • Educación para el ocio y tiempo libre
  • Educación ambiental, salud, intercultural, etc.
  • Educación de adultos y personas mayores
  • Acción socioeducativas con minorías y grupos desfavorecidos
  • Medicación social, cultural y educativa

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Encuentra tu propósito de vida, Yolanda Mármol

Encuentra tu propósito de vida, Yolanda Mármol

ENCUENTRA TU PROPÓSITO DE VIDA

Por Yolanda Mármol

¿Por qué no empezar rodeándote de mensajes positivos que te llenen de buen rollo y alegría? 

Puede que ahora que me estás leyendo o en algún momento de tu vida te hayas preguntado cómo encontrar tu propósito en la vida.

Antes de pasar a darte los 5 tips para encontrar tu propósito de vida, es necesario y muy importante que, tomes consciencia en que situación de tu vida te encuentras actualmente y que, hagas un repaso de aquellas áreas o actividades de tu día a día a las cuáles les dedicas más tiempo y aquellas actividades en las que sientes que el tiempo se pasa volando.

Si crees que no tienes tiempo para hacer esas actividades que hace que nos olvidemos del tiempo, echa mano del inventario de pasado más próximo y, asegúrate a partir de ahora de dedicar, aunque sean 5 minutos diarios a hacer esas actividades que en principio más te gustan.

Y, partiendo de todo lo anteriormente dicho, ¿qué te parece si pasamos a hablar de los 5 tips que te ayudarán a encontrar tu propósito de vida?

 

5 TIPS PARA ENCONTRAR TU PROPÓSITO DE VIDA

1 Hazte preguntas poderosas: es de suma importancia el plantearnos preguntas estratégicas que, nos ayuden y nos sirvan de guía para encontrar nuestro propósito de vida.

Te sugiero y animo a que respondas a estas 3 preguntas en tu diario personal y, te cuestiones otras preguntas de igual importancia para poder llegar a conocer tu propósito de vida.

¿Qué valores y cualidades admiras de otras personas?

¿Qué actividades te hacen sentir pletórico/a y lleno/a de energía?

Si tuvieras una varita mágica, ¿qué pedirías cambiar o mejorar en tu vida y/o en el mundo?

  1. Sal de tu zona de confort.

Todas las personas, tendemos a buscar aquellas situaciones y actividades que nos hacen sentir cómodos y fuera de peligro, pero ¡ojo! esas no son las situaciones y/o actividades que nos harán felices, pero sí son las que cumplen a rajatabla el famoso dicho: “más vale malo conocido que bueno por conocer” te suena, ¿verdad?

Este ejercicio se trata de todo lo contrario; se trata de atrevernos a conocer personas nuevas y diversas; igualmente aquellas actividades que siempre hemos pensado hacer, pero siempre nos ponemos excusas para no hacerlas.

Si no vemos más alternativas que las ya conocidas en nuestro día a día, no podremos averiguar el gran abanico de posibilidades que existen, y mucho menos aún, podrás encontrar tu propósito de vida. ¿Vamos a ello?

  1. Realiza un listado de tus intereses y actividades con las cuales pierdes la noción del tiempo. ¿No te ha pasado alguna vez e incluso más de una vez que, has estado sumergido/a en una actividad donde se te pasó el tiempo volando e incluso se te olvidaba que tenías una cita para comer? Pues de esas actividades se trata ¡rescátalas! Apunta una a una. Acuérdate de aquellas actividades que las harías con mucho gusto y de forma totalmente altruista y gratuita ¡porque las disfrutas!
  1. Es de vital importancia, tomar consciencia de nuestros valores y que, las cosas que hagamos y vivamos estén impregnadas de ellos, ¿por qué? ¡muy fácil! Para sentirnos mucho mejor con nosotros mismos y ser más felices.                  
  2. Intentar estar alegre y positivo/a.

Bien es cierto que, conforme nos vamos haciendo mayores y tras las piedras que nos vamos encontrando en nuestro camino, nos va minando parte de nuestra alegría innata y natural como cuando éramos niños, pero no es menos cierto que, dicha alegría y entusiasmo podemos rescatarlo si así lo queremos.

Piensa en la última vez que te reíste a carcajada limpia, sin acordarte de nada más que estar en ese momento presente riéndote. Seguramente, te darás cuenta que, las mayores risas y carcajadas más auténticas nos las suele producir las situaciones y momentos más inverosímiles y casuales.

¿Por qué es tan importante estar alegre? Además, claro está que, nos sentimos mejor al estar alegres y positivos, al estar alegres vemos todo desde una mejor y más amplia perspectiva, por lo que, podrás conseguir con mayor facilidad los tips anteriormente expuestos para encontrar tu propósito de vida.

¿Por qué no empezar por poner aquella música que hace tiempo que no escuchas y, te transmitía sensaciones positivas y placenteras?

¿Por qué no empezar rodeándote de mensajes positivos que te llenen de buen rollo y alegría? ¡Vamos allá!

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MENTES ABIERTAS

Los incendios en Quebec, Cristina Martínez

Los incendios en Quebec, Cristina Martínez

Por Cristina Martínez Martín

Los incendios en Quebec

¿A qué esperamos los ciudadanos?

El humo de los incendios de Canadá está inundando parte de los Estados Unidos y ha llegado a Europa. ¿Ha provocado eso una alarma suficiente como para reaccionar? ¿No?  ¿A qué esperamos los ciudadanos?

Los políticos solo actuarán cuando se vean compelidos por quienes les votan.

No lo olvidemos.

 

El territorio que comprende la provincia canadiense de Quebec es como cinco veces España.  La parte habitada es la zona colindante a la frontera estadounidense.  El resto del territorio de Canadá, el segundo país en extensión del mundo, está apenas poblado por pequeñas poblaciones de autóctonos expulsados de sus territorios naturales hacia el norte y por pequeños pueblitos que antaño albergaban a los leñadores.

Los incendios son cosa común donde hay masa arbórea.  Y el norte de Canadá es un inmenso bosque, un pulmón verde.  En Canadá los incendios han sido una constante y no son sólo causados por negligencias humanas sino también por determinados fenómenos atmosféricos como una tormenta eléctrica.  Ahora bien, en el pasado eran contenibles porque la lluvia los controlaba y apagaba, mientras que en la actualidad no lo son porque llueve menos y todo está mucho más seco.

Los negacionistas intentarán por medio de argumentos impúdicos negar la realidad. La realidad, sin embargo, no admite trampas ni réplicas.  Desde hace años los científicos advierten a la población y en su caso a los responsables políticos de la urgencia de tomar medidas para evitar la degradación y el calentamiento del planeta. Y los políticos hacen oídos sordos a esas llamadas porque priman las razones económicas sobre las morales y racionales. 

En 1992, en un congreso celebrado en Quebec por la APCAS (asociación de prevención de la contaminación del aire y del suelo) se plantearon tres previsiones que iban de la más pesimista a una mediana y a otra optimista. 

Dieciséis años más tarde, un nuevo congreso del grupo celebrado en Trois Rivières, constató que se había sobrepasado con creces la más peligrosa de las tres previsiones.   Los científicos plantearon que la temperatura subirá de los 1. 5º C debido a la tasa de CO2.   Para algunas zonas del planeta las medidas a tomar llegarían demasiado tarde.  Sin embargo, el GIEC, organismo internacional que estudia los cambios climáticos, quiere hacernos creer que los 1.5ºC no serán nunca alcanzados para evitar el pánico de la población a nivel planetario.

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MENTES ABIERTAS

Los moriscos que expulsaron de los pueblos de Alicante, (Ruta de «Los mares del alba») Mar Cantero

Los moriscos que expulsaron de los pueblos de Alicante, (Ruta de «Los mares del alba») Mar Cantero

LA EXPULSIÓN DE MORISCOS DE LOS PUEBLOS DE ALICANTE

Ruta de la novela «Los mares del alba»

Por Mar Cantero

¿Sabías que una de las mayores expulsiones (si no la mayor) de moriscos de la Historia, se llevó a cabo desde el puerto de Dénia, en Alicante? 

En mi novela histórica LOS MARES DEL ALBA aparece este hecho histórico a través de varios de sus personajes principales. 

Entre los años 1609 y 1613 (siglo XVII) se llevaron a cabo las mayores expulsiones de moriscos de España y de Europa. Las primeras fueron las del Reino de Valencia, tras el decreto que se hizo público el 22 de Septiembre de 1609.

La población morisca consistía en unas 325.000 personas en un país de unos 8,5 millones de habitantes. Mientras que en Castilla y en otros lugares, estaban más dispersos, en Valencia representaban un 33% del total de habitantes.

¿Por qué ocurrió?

La mayoría de la población morisca, tras más de un siglo de su conversión forzada al cristianismo, continuaba siendo un grupo social aparte, a pesar de que en la mayoría de las comunidades habían perdido el uso de la lengua árabe, en favor de las lenguas romances y de que su conocimiento del dogma y los ritos del islam, religión que practicaban en secreto, era en general muy pobre. Salvo en Valencia, donde profesaban en secreto su religión y, a pesar de haberse cambiado los nombres por otros judeocristianos, continuaban haciendo reuniones religiosas ocultos a los ojos de los cristianos.

El inquisidor general de Valencia en aquellos momentos, nacido en Algemesí, llamado Fray Jaime Bleda, fue el instigador de la expulsión, tras escribir el libro titulado Defensio Fidei in causa neophytorum, sive Morischorum Regni Valentiae, totiusque Hispaniae (Defensa de la Fe, en la causa de un recién convertido, morisco del Reino de Valencia, y del conjunto de España) el cual envió al Rey para su lectura. Este, poco dado a leer, le pidió que lo resumiera pues eran ocho tomos, y de muy mala gana el fraile lo hizo, y se lo volvió a enviar, con la única intención de convencerle para que ordenara la expulsión.

Felipe III, al poco tiempo de acceder al trono en 1598, tras la muerte de su padre Felipe II, realizó un viaje al Reino de Valencia acompañado de su valido Francisco Gómez de Sandoval, marqués de Dènia y duque de Lerma, gran señor de moriscos y portavoz de la nobleza valenciana opuesta a la expulsión.

Pero Bleda siguió insistiendo hasta conseguir convencer al duque de Lerma, Marqués de Denia, para que aprobara la expulsión.

Son pérfidos, crueles, perversos y viciosos. Elabora una lista interminable de sus maldades y no ve en ellos más que heréticos, insensibles a los esfuerzos de los evangelizadores, y enemigos deseosos de derribar a la Monarquía española.”

D. Francisco de Sandoval y Rojas, duque de Lerma y valido de Felipe III, es presentado como el responsable político de la expulsión, aquel que convenció al Monarca de su necesidad. El Duque, como principal ministro, asiste al Rey «con el alto ingenio que Dios le ha dado y sus prudentísimos consejos». Fue él quien, «como tan christiano y tan sabio en esta materia morisca, aconsejó a Su Magestad los echase de sus reinos y después se encargó de la execución». Y refiere Bleda cómo el Rey le dijo a Lerma: «¡Grande es la resolución que hemos tomado, hazedlo vos, Duque!» Entre sus méritos incluye, además, el ser el creador de la milicia efectiva del Reino de Valencia en 1597, «terror y espanto de los moriscos», y que tuvo un papel destacado en la reducción de los que se sublevaron en el momento de la expulsión.

Texto extraído del libro “La figura y la obra de Fray Jaime Bleda”.

La mayoría de los moriscos expulsados desde el puerto de Denia, vivían y habían nacido en el pueblo que hoy se llama Polop de la Marina. Familias enteras recorrieron a pie el camino que dista Polop de Dénia, con grandes esfuerzos, pues iban niños y ancianos, hombres y mujeres. Decían que estas se vistieron con sus mejores galas y joyas para que nadie pudiera decir de ellas que pertenecían a clases bajas, pues la mayoría eran comerciantes o artesanos con un gran nivel económico, o trabajaban como agricultores en las tierras de los Señores, propietarios de los señoríos que existían entonces. Muchos fueron asaltados durante el trayecto, a pesar de que fueron custodiados por guardias. Otros, simplemente murieron, por cansancio los ancianos y los niños, sobre todo. No tenían comida, y apenas tenían agua que tenían que repartir entre todos, y eran muchos.

Todos pensaban que un día volverían, cuando la tensión se hubiese calmado, o cuando los cristianos se dieran cuenta, como así fue, de que perdían mucha mano de obra para sus tierras.

Y sí, se dieron cuenta de la pérdida, pero jamás les permitieron volver. Algunos se fugaron en el trayecto, escondiéndose en las cuevas que hoy se llaman “Los túneles de Mascarat” (Calpe), precisamente porque se convertían en bandoleros enmascarados. Otros, se hacían piratas, pues nunca tuvieron la opción de quedarse en su país, en el que habían nacido.

Dicen que los hombres que se marcharon, cabezas de familia la mayoría de ellos, se llevaron las llaves de sus casas porque pensaban que algún día regresarían y necesitarían la llave para abrir la puerta. Eso nunca ocurrió…

En LOS MARES DEL ALBA, el morisco Daniel se convierte en un bandolero, tras regresar a España, después de haber sido expulsado con su familia y enviado a Berbería. Más tarde se convertiría en un pirata como tantos otros. Si has leído mi novela, sabrás cuánto sufrieron las familias expulsadas, no solo en un viaje largo y costoso, sin apenas comida ni agua, hacinados en los sótanos de los barcos, sino que además, sufrieron el dolor en sus corazones tras alejarse para siempre de la tierra que amaban y que les había visto nacer.

A veces me pregunto por qué las personas nos hacemos tan amantes de un lugar específico del planeta Tierra, cuando no sabemos si algún día nos veremos obligados a abandonarlo.

Creo que la patria está donde uno es feliz, pero aquellos moriscos lo eran. ¿Qué sería de ellos tras su viaje para nunca más regresar?

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MENTES ABIERTAS

La culpa fue de Thelma y Louise, Mar Montilla

La culpa fue de Thelma y Louise, Mar Montilla

La culpa fue de Thelma y Louise

Por Mar Montilla

Entiendo que este enorme país despierte amores y odios a partes iguales.

Aunque Forrest Gump tuvo algo que ver, las principales culpables fueron Thelma y Louise. Y si tuviera que afinar más escogería una escena que se produce cuando la trama está llegando a su impactante final y Thelma pregunta: «¿Dónde estamos, Louise?» a lo que su amiga responde: «No lo sé. Será el dichoso Cañón de Colorado». «Vaya… ¡Es precioso!». Ahí, justo ahí, me enamoré de ese polvoriento paisaje bermejo y decidí que lo contemplaría con mis propios ojos algún día. No es un viaje barato, o sea que tuve que esperar años para satisfacer mi deseo. Y ya puestos a recorrer la costa oeste de Estados Unidos, visité también Los Ángeles (California) y Las Vegas (Nevada).

Reconozco que no todo en Los Ángeles resultó tan maravilloso como imaginaba. Me hacía gran ilusión deambular por el Paseo de la Fama, y esta experiencia resultó  frustrante. Pese a las dos mil estrellas rosadas de cinco puntas, cada una con el nombre de un personaje célebre escrito en su interior, con letras doradas, dicha avenida no deja de ser una acera normal y corriente, bastante sucia, por cierto. Pasar por delante del hotel en el que se rodó Pretty woman, en Sunset Boulevard, sí que tuvo su gracia, lo admito. Pero lo más emocionante para mí, con diferencia, fue pasear por Venice Beach —donde se rodó The Doors— y por el muelle de Santa Mónica, sintiendo en mi cara la brisa de la playa californiana.

¿Y cómo definir Las Vegas? Decir que se trata de un continuo estallido de luz y color es quedarse corta. No era mi destino preferido, aun así, consiguió deslumbrarme. Los estímulos visuales y auditivos eran constantes. No sabía hacia dónde dirigir la mirada. Entretenida para un rato, estresante para una vida. 

Tras este interesante preludio, ¡por fin estaba a punto de cumplir mi sueño! Era tan poderoso mi anhelo que temí que me decepcionara. No lo hizo. No lo hizo en  absoluto. De hecho, superó con creces mis expectativas. No hay solo un cañón, hay montones, cada uno con sus características geológicas distintas, a cual más hermoso. 

Sobrevolé el Gran Cañón de Colorado en avioneta; recorrí Monument Valley subida en Jeep, sintiendo en el rostro y en el cuerpo el polvo y el calor del desierto de Arizona; toqué la fina arena rojiza de Antelope Cañón; me senté en lo alto de un precipicio para observar el Powell Lake; me asomé al encanto frío del Bryce Cañón, en Utah; y a la grandeza interminable del Zyon Cañón.

De Estados Unidos me repelen muchas cosas, y puedo explicar alguna anécdota que aclarará a qué clase de cosas me refiero: un tipo con sombrero y botas de cowboy y andares chulescos, con la empuñadura de una pistola asomando del bolsillo trasero de sus vaqueros, por ejemplo. Lo vi yo misma, merodeando tan tranquilo por los alrededores del supermercado del que acababa de salir. Y muchos otros temas que no mencionaré porque no terminaría nunca.

Entiendo que este enorme país despierte amores y odios a partes iguales. Lo que a mí me cautivó fue su naturaleza salvaje, tan impresionante que logró hipnotizarme y hacerme olvidar todo lo demás. Kilómetros y kilómetros de tierra cuya textura va cambiando. A ratos color crema, con matojos aquí y allá; después aparece algún que otro árbol de Joshua o perrito de la pradera; más tarde la superficie se viste de unos tonos rosados, terrosos y verdes; luego bosques y más bosques repletos de abetos. Todo de una belleza inconmensurable que te deja boquiabierta y con pupilas dilatadas.

Gracias, Thelma. Gracias, Louise. La espera mereció la pena.

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