Nosotras… Las mujeres de hoy

Nosotras… Las mujeres de hoy

Nosotras…                   

Las mujeres de hoy

Por Cristina Martínez Martín

Nosotras, las mujeres, las hijas del baby boom,

que rompimos el techo de cristal que aprisionó la vida de nuestras madres,

y no seguimos su ejemplo…

 

Nosotras, que, alentadas unas veces en el vuelo por ellas, y coartadas otras veces por su miedo, nos lanzamos al vacío de un horizonte desconocido, y perdimos muchas veces el rumbo, y tropezamos, nos caímos, y nos destrozamos en los adoquines de la calle…

Nosotras que tuvimos que volver a levantarnos maltrechas, una y otra vez, con la mirada al frente… 

Nosotras, que tuvimos la dicha de poder estudiar, formarnos, y luego trabajar fuera de casa y ganar nuestro medio de vida, en tanto cargábamos con las labores del hogar y la crianza de los hijos, posponiendo la ambición profesional a la personal, pero sin perder nunca de vista esa igualdad soñada, ansiada, y ganada a pulso…

 

Nosotras que tanto batallamos para que nuestros hijos e hijas tuvieran el camino allanado hacia una sociedad menos trabajosa e injusta; una sociedad en la que hombres y mujeres sobre un pie de igualdad construirían un mundo mejor;  un mundo en el que conjugar el verbo amar no significara o él o yo…

Nosotras que nos quisimos tanto y unimos por primera vez en la historia nuestras voces para hacer Historia, y dejar de ser el mueble arrumbado, la madre sacrificada, o la amante escondida, y poder labrarnos biografías inconformistas y ser dueñas de nuestro destino…

Nosotras que nunca quisimos ocupar espacios de poder a costa de comportarnos como hombres, y aspiramos a vernos reflejadas en mujeres como Merkel, que está donde está no por ser la esposa de, si no por su esfuerzo y sus propios méritos, así como otras nuevas mandatarias de diversos países y hoy Kamala Harris… 

Nosotras, que tanto sacrificamos en nuestras vidas, no podemos mirar ahora impasibles cómo se pierden esos logros, ni aplaudir que se nos coloque en un lugar de poder por el mérito de nuestras parejas, ni tampoco debemos admitir ser el vientre reproductor de los que sólo pretenden con su ideología medieval recuperar la soberanía masculina, y aplastar las libertades conseguidas por las mujeres occidentales con tanto esfuerzo…

Nosotras, que nos acercamos al final del camino cual navíos destrozados en los acantilados de la vida, no podemos celebrar ciertos comportamientos ni callarnos, porque eso sería traicionar todo aquello por lo que hemos combatido toda nuestra existencia…

 

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