Entrevista a Gregory Cajina, por Mar Cantero

Entrevista a Gregory Cajina, por Mar Cantero

TODOS TENEMOS UNA MENTE EXTRAORDINARIA

Entrevista a Gregory Cajina

Por Mar Cantero

«La competencia es esencial para el progreso humano;

pero la competitividad es una escalada sin fin que termina en suma cero.»

1. ¿Todos podemos llegar a tener una mente extraordinaria, o ya la tenemos y es que no nos damos cuenta?

En el nacimiento de un bebé sano, el cerebro es virtualmente el mismo en cualquier parte del planeta. Lo que se hace con ese cerebro (experiencia, aprendizaje, educación, interacciones humanas, elecciones…) determinará que esa persona acabe siendo un extraordinario diseñador de moda, un letal piloto de combate, un elegante campeón olímpico de esgrima o un brutal dictador. Según Cornish, el ilustre pensador Wittgenstein coincidió en el aula siendo jóvenes con Adolf Hitler en Austria. Las circunstancias externas son muy importantes para el desarrollo de la mente; pero ante circunstancias similares, es en última instancia qué hacemos, cómo interpretamos esas circunstancias, las que determinan nuestras elecciones y, por consiguiente, cómo decidimos moldear nuestra mente en nuestra vida. Nosotros, después de todo, somos nuestra mente.

2. Hay muchas personas que parecen haberse olvidado de sus sueños, pero tú dices que no es tan fácil. No obstante, muchos dirán que no es realista seguir un sueño. ¿Crees que todos deberíamos luchar por los sueños, pese a las dificultades y a las circunstancias de cada uno? ¿Por qué?

Vivimos en un mundo en el que, desde pequeños, se nos enseña a obedecer, a cumplir y acomodar las demandas de atención y objetivos de los que nos rodean: desde la familia, hasta los profesores, gobernantes o esposos. Pero somos esencialmente seres individualizados (que no individualistas, pues somos una especie social), cada uno con sus propias aspiraciones tan exclusivas como su ADN. Cuando un sueño se intenta tapar con paladas de convención social durante los primeros cuarenta años de vida, éste busca desesperadamente ser escuchado, y cumplido, en los siguientes cuarenta. Esta es parte de la explicación de las crisis en el ecuador de nuestras vidas, entre los 35 y los 45 años: es entonces cuando quizás no tenemos muy definido –aún- qué queremos, pero sí ya tenemos clarísimo lo que no queremos. Trabajar para nuestro propio proyecto es un factor de motivación tan potente, que no hay nómina que pueda hacerlo callar. Solo contamos con esta vida; no estamos aquí coreografiando un ensayo para otra. Si no trabajamos por nuestros sueños, nadie más lo hará.

3. También hablas de la importancia de cooperar, sin embargo, parece que hoy día algunos llevan la competitividad como bandera. ¿Cómo podemos hallar la forma de cooperar sin sentir que van a traicionarnos o a aprovecharse de nuestra disponibilidad para la cooperación?

La competencia es esencial para el progreso humano; pero la competitividad es una escalada sin fin que termina en suma cero, pues el valor que pueda aportar es contrarrestado por el valor que destruye: fabricar más y más vehículos que consumen más y más combustibles fósiles destruye el aire respirable de los que los conducimos; los conflictos bélicos por los recursos naturales acaban por diezmar a la población que los inicia.

Por su parte, sin cooperación no hubiéramos sobrevivido como especie. Hoy día no existe un proyecto constructivo sobre la Tierra que se pueda culminar en solitario: siempre hace falta un (muy) buen equipo. Sin embargo, la cooperación desaparece en cuanto nuestra mente percibe (no hace falta que sea real) una escasez, pues entiende entonces que ha de hacer primar nuestro objetivo esencial, sobrevivir. Nuestra economía se sustenta en asegurarnos de que sintamos siempre esa escasez: por eso solo funciona si se endeuda al máximo posible de ciudadanos. Como negocio, un banco es magistral; es el único por el que un trabajador medio está dispuesto a amanecer cada día para pagar – para poder así quitarse de encima su deuda y arrinconarse en una mayor.

Priorizar y distinguir lo que necesitamos de lo que queremos nos permite controlar nuestros costes y nuestra necesidad por aparentar, endeudándonos para comprar cosas inútiles que se deprecian –y de las que nos aburrimos- pronto.

Finalmente, si recordamos que somos seres nómadas (como especie hemos pasado más tiempo migrando que atados a un cultivo –un trabajo, una hipoteca, el colegio de los niños-) entonces hemos de buscar lugares donde podamos prosperar porque hay –percepción de- abundancia de recursos para las personas de esas comunidades. Es fácil decidirlo; pero pocos lo llevarán a cabo: seguimos buscando bajo la única farola que conocemos las llaves que extraviamos en la oscuridad adonde no alumbra.

 

Actualmente, Gregory Cajina está en varios proyectos en la actualidad. Entre ellos, un centro de desarrollo profesional de última generación para una multinacional; coaching ejecutivo para varias empresas; tutoriza y hace mentoring en un programa de desarrollo de emprendimiento para el Ministerio de Educación alemán; enseña en varias universidades y escuelas de negocio; acude regularmente como conferenciante en diferentes foros y, tras la acogida de los anteriores, está terminando su próximo libro.

 

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Lourdes Carmona, una mujer sin miedo a volar

Lourdes Carmona, una mujer sin miedo a volar

Lourdes Carmona

Entrevista

UNA MUJER SIN MIEDO A VOLAR

Por Mar Cantero

Vi a una mujer piloto vestida con su uniforme hablando en una cabina, pero de teléfono,     y una vocecilla interna me dijo:

  1. “Quiero ser como ella cuando sea mayor, qué elegante”.
  2. Ahí se inició el vértigo.

Lourdes Carmona, vive es valenciana, comandante de aviación, y también se dedica a superar el miedo a volar, a través de sus directos desde su cuenta de Instagram y a tutorear a aspirantes a pilotos.

1. ¿Cuándo y cómo descubriste que querías ser piloto? A la temprana edad de 13 años al realizar mi primer vuelo en avión con mis padres. Fui a raíz ganar un viaje a Disneyworld en Orlando el día de mi cumpleaños, el 27 de marzo de 1991. Volamos desde el aeropuerto de El Altet, Elche a Madrid, posteriormente a Nueva York donde tuvimos una larga escala, entonces estando en el pasillo de la terminal del Kennedy sucedió la magia, vi a una mujer piloto vestida con su uniforme hablando en una cabina, pero de teléfono, y una vocecilla interna me dijo; “Quiero ser como ella cuando sea mayor, qué elegante”. Ahí se inició el vértigo. Para los que digan que el número trece da mala suerte, tengo argumentos al respecto que desmienten esa creencia.

2. ¿Tuviste miedo o dudaste en algún momento?

En absoluto, tuve una fe inquebrantable y mis padres también creyeron en mí.

5. ¿Encontraste apoyo a tu alrededor, o todo lo contrario?

Mis padres despegaron mucho antes que yo, creyeron en mi y me apoyaron desde el principio. Era muy buena estudiante y me animaban a prepararme para ser lo que yo quisiera.

6. ¿Sufriste algún tipo de discriminación por ser mujer?

No, nunca. 

7. ¿Qué consejo darías a otras mujeres que tienen tu mismo sueño?

Los condicionantes son oportunidades de crecimiento, establece un plan de acción realista y llegarás a alcanzar aquello que te propongas. Las creencias son cuestionables asegúrate que las tuyas están alineadas con tu propósito.

8. ¿Qué sentiste la primera vez a los mandos de un avión?

Una mezcla entre emoción y muchos nervios porque quería hacerlo muy bien. Cuando se marcharon los pasajeros y bajé del avión recuerdo mirarlo de extremo a extremo y pensar; “vaya, lo he aterrizado yo”.

9. ¿Piensas que la sociedad, según cómo está ahora, ayuda en algo a que haya mujeres que puedan desarrollarse profesionalmente en un mundo que antes era solo masculino?

Creo que estamos en una situación privilegiada y que las mujeres tenemos la pieza clave mediante la educación de nuestros hijos en casa.

 

Bettina Kadner y Lourdes Carmona

Bettina Kadner y Lourdes Carmona

 3. ¿Cómo fueron tus primeros pasos para alcanzar tu sueño?

Era una niña con mucha ilusión, en mi familia nadie se había dedicado a la aviación y tampoco teníamos referentes en el medio aeronáutico. Al regreso del viaje, mi padre me sugirió dar el primer paso y redactó con su Olivetti una carta de solicitud de las bases de ingreso en el Ejército del Aire en San Javier. La parte graciosa del asunto resultó ser que, tras su redacción me pidió firmarla, ni siquiera tenía una rubrica definida, se puede decir que en esta carta dejé la primera de muchas. Al cabo de unas semanas recibí la respuesta por correo, contenía una fotocopia de las bases de acceso publicadas en el B.O.E., aun conservo esa carta con mucho cariño.

4. Seguramente no fue fácil al principio. Háblanos de los obstáculos que tuviste que superar.

Los obstáculos son siempre relativos al lugar desde el que se mire la realidad. En mi caso, no tener miembros en la familia que se dedicasen a la aviación parecía ser un condicionante, porque a principios de los 90 escuché muchas veces que ser piloto comercial era un coto cerrado accesible a hijos de pilotos en activo. Pero no lo creí. Y en lugar de quedarme con la creencia popular, hablé con el jefe de estudios del colegio para que me orientase en mi preparación con la carta que había recibido en mis manos.

Considerando que mi despertar se dio pronto, me permitió poner un plan de acción en marcha entre los 13 y 17 años y me entregué por completo al proceso de preparación. Los cambios no siempre son manejables, el aprendizaje al salir de la zona de confort implica llegar a sentirse cómoda haciendo lo incómodo. En aquella época me centré en estar preparada para la formación que se exigía tras recibir la información de acceso a la Academia Militar. Era una alumna brillante de letras, tuve que pasar a ciencias y se me daban fatal. Por las tardes asistía a clases de apoyo para sobrellevar mejor mis asignaturas. Era obvio que para acceder necesitaba estar en forma y prepararme, en este caso el sobrepeso no me ayudaba, entonces un cambio de alimentación y la práctica de deporte regular con un preparador en un gimnasio hicieron el resto.

La adaptación a los diversos desafíos fue progresiva y era alentador ver los resultados, sobretodo porque mantener la fe en el propósito final era el engranaje propulsor del proceso. Sufrir cinetosis en cualquier medio de transporte también condicionaba mi idea de ponerme a los mandos de un avión, pero aún así, continué hacia delante. Entonces, a los 17 años ya estaba casi lista pero aún quedaba una gran prueba por completar, el inglés. Cursé el último año de instituto (COU) en Estados Unidos, viví con una familia americana que me cuidaron como una más de la familia Sivik en Albion, Pensilvania. Y eso si fue un gran aprendizaje.

10. Estuviste en el homenaje a Bettina Kadner, la primera mujer que consiguió la licencia de piloto en los años sesenta en España. ¿Cómo es?

Es una mujer muy sencilla, que me sorprendió mucho y me encantó conocer. Y al parecer no sufrió ninguna discriminación tampoco, o al menos ella no se enteró de ello. 

Descubrir que volar era mi sueño me llevó a un proceso de desarrollo personal con mayúsculas.

«Lo que más amo de mi trabajo es la libertad que produce volar,

se dice que trabajamos en la oficina con las mejores vistas del mundo.»

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Carmen Herrerías, una mujer de altos vuelos

Carmen Herrerías, una mujer de altos vuelos

Carmen Herrerías

Entrevista

UNA MUJER DE ALTOS VUELOS

Por Mar Cantero

Mi primer obstáculo fui yo misma al pensar que no podía lograrlo.

Carmen Herrerías es de San Antonio (Ibiza), y es voluntaria de Protección civil. Su sueño es pilotar un avión de extinción de incendios.

1. ¿Cuándo y cómo descubriste que querías ser piloto?

Desde pequeña siempre me llamaba la atención los aviones, pero nunca se me ocurrió la idea de ser piloto, quizás por no tener a nadie conocido en aquel entonces en nada relacionado con la aviación. Como voluntaria de Protección Civil, cuando vas a servicios de extinción de incendios y aparecían medios aéreos siempre pensaba en la sensación que sería estar a los mandos del avión. Mis compañeros lo sabían y me animaban, hasta que llegó el momento en que decidí dar un cambio a mi vida y mudarme a Barcelona para comenzar mis estudios. Todo esto comenzó a finales de 2015.

2. ¿Tuviste miedo o dudaste en algún momento?

Cuando te enfrentas a un gran cambio como es el mudarte a una ciudad nueva, buscar trabajo y comenzar unos estudios que son totalmente desconocidos para ti, siempre tienes miedo, pero depende de uno mismo como enfrentarlo. Dudas, tenía antes de empezar todo y las sigo teniendo, hoy día, durante el proceso. Pero no tengo dudas de si es realmente lo que quiero, pero sí dudo a veces de si es la decisión acertada, a la edad a la que acabaré los estudios y llegar a donde realmente quiero, que es la extinción de incendios.

3. ¿Cómo fueron tus primeros pasos para alcanzar tu sueño?

Duros, muy duros. Es difícil saber por dónde empezar cuando no sabes cuál es el principio.

7. ¿Qué consejo darías a otras mujeres que tienen tu mismo sueño?

Que sean conscientes de que, si de verdad es su sueño, no va a ser nada fácil lograrlo. Si eres una persona luchadora lo conseguirás, no importa el tiempo que tardes en hacerlo.  Si quieres, puedes. Que nadie te diga lo contrario.

8. ¿Qué sentiste la primera vez a los mandos de un avión?

Si te digo la verdad, ese día para mí, no fue el más emocionante. Estás nerviosa y no piensas en disfrutarlo, solo en prestar atención a todo. Mi día más importante fue cuando mi instructor de aquel entonces me dijo que estaba  preparada para volar sola por primera vez. Ese momento en el que te dicen que sales tú sola… Creo que tuve un cúmulo de sensaciones y emociones que no podría describir. Nervios, emoción, bloqueo de no saber si estás preparada, alegría, ganas de gritar. Pero te concentras en seguir todos los procedimientos de despegue y lo único que haces es disfrutar como nunca antes lo habías hecho.

4. Seguramente no fue fácil al Háblanos de los obstáculos que tuviste que superar.

Recuerdo mi primer día de clase, no entendía nada de la materia y al llegar a casa, con la frustración, me puse a llorar diciéndome a mí misma que ese mundo no era para mí. Después vino el compaginar dos trabajos para poder pagar los estudios, las clases teóricas presenciales, las horas de estudio en casa, las clases de vuelo en el aeropuerto, la falta de sueño y cansancio y lo que conlleva el no estar al cien por cien. Y todo esto a la vez.

5. ¿Encontraste apoyo a tu alrededor, o todo lo contrario?

Encontré apoyo en mis compañeros de protección civil y en mis amigos para empezar el camino. Después he ido conociendo personas maravillosas en la aviación, que entienden por lo que estás pasando y te ayudan sabiendo lo que cuesta conseguirlo. Hoy por hoy, tengo grandes amistades que en su día fueron instructores. Todos ellos de una manera u otra siempre han estado ahí.

6. ¿Sufriste algún tipo de discriminación por ser mujer?

Para nada, todo lo contrario. Siempre me han tratado muy bien y desde el respeto, he recibido todo tipo de ayuda tanto de profesores como de compañeros. Tampoco me he sentido con trato de favores por ser mujer. No creo que sea por el género sino más bien por el tipo de persona que eres.

 

Tengas más o menos recursos, siempre va a ser difícil, pero el resultado va a merecer mucho la pena.

10. ¿Piensas que la sociedad, según cómo está ahora, ayuda en algo a que haya mujeres que puedan desarrollarse profesionalmente en un mundo que antes era solo masculino?

Creo que el verdadero problema es que no hay ayudas para poder formarte como piloto, a no ser que tengas una familia bien posicionada, o tengas un gran padrino dentro de este mundo. Desde mi punto de vista y experiencia, el problema no es el género sino los recursos que pueda tener esa persona para poder llegar a conseguirlo. Ojo, no niego por completo que pueda existir algún tipo de discriminación, pero no es mi caso y no conozco ninguno tampoco.

11. ¿Qué es lo que más amas de tu trabajo?

Todavía no he llegado al punto de ganarme la vida como piloto, sigo en formación, pero creo que lo más maravilloso es saber que todo el esfuerzo tiene su recompensa y merece la pena luchar por ello. Y lo que más me apasiona de estar volando es la sensación de libertad que tienes cuando estás en el cielo. Da igual que lo hagas en el asiento de un Boeing, un Airbus, una Cessna o un Air Tractor, lo importante es sentirte realizado y feliz.

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Entrevista a Javier Sierra, Mar Cantero

Entrevista a Javier Sierra, Mar Cantero

Javier Sierra

El arte, ¿el idioma de Dios?

Entrevista publicada en la revista Piensa es gratis

Por Mar Cantero

Tiziano, Goya, El Bosco, El Greco…

Los artistas conocían y guardaban una sabiduría en su interior, que podría haberles llevado directamente a la hoguera.

Eran tiempos difíciles para los librepensadores y para un nuevo conocimiento que no se atrevieron a desvelar, salvo en sus cuadros. 

Javier Sierra, periodista y autor de novelas que han sido vendidas en todo el mundo, nos plantea en su nuevo libro “El maestro del Prado”, la idea del arte como puerta abierta para conectar con esa energía universal que algunos llaman Dios. En un marco conocido por todos, el Museo del Prado, en cuyas salas se exponen las mejores obras pictóricas del mundo, se encierra también la idea del arte como misterio, como enlace con mundos y dimensiones desconocidas. Los pintores que las hicieron, lo sabían y dejaron un mágico legado a la humanidad que hoy Javier nos descubre con una historia vivida en carne propia, acercándonos a una nueva forma de ver el arte, a una nueva forma de mirar.

1. En tu libro dices que el arte puede ser un medio entre lo visible y lo invisible. ¿Piensas que los artistas somos capaces de conectar con lo que llamamos Dios?

Las primeras pinturas de la humanidad se plasmaron en las profundidades de cuevas del norte de España y el sur de Francia, hace más de 30,000 años. Aquel primer arte no fue decorativo sino mágico. Probablemente buscaba retener el alma de los animales que aquellos “sapiens” del Paleolítico querían cazar y, por lo tanto, revestía un sentido ceremonial, trascendente. Al estudiar el Renacimiento para mi novela “El maestro del Prado” descubrí que artistas como El Bosco, Brueghel el Viejo o más tardíamente El Greco, todavía compartían esa “utilidad” mágica del arte en sus obras. Y sí: las usaron para conectar con lo trascendente, llámalo Dios si quieres.

2. ¿En España, sabemos valorar y dar a conocer lo que tenemos al resto del mundo? Nuestra historia, el arte, etc.

Quizá nos falte un poco de orgullo. Muchos desconocen que el arte pictórico surgió de estas tierras y que nuestro país, tal vez por sus carencias endémicas, ha dado algunas de las mentes más imaginativas de la Historia. Ahí tenemos un valor que trasciende en mucho al sol y la playa y que deberíamos defender como la “marca España” más esencial.

3. Hablas de los adamitas, ¿fueron los precursores del descubrimiento de las leyes de la física cuántica? 

Yo no me atrevería a decir tanto. Fueron una secta milenarista que esperaba un fin del mundo inminente para finales del siglo XVI. Se creían los elegidos para sobrevivir a esa catástrofe y repoblar de nuevo la Tierra. Y El Bosco fue, con toda probabilidad, uno de ellos. Su célebre “Jardín de las Delicias” puede entenderse como un manifiesto encubierto de esa fe. 

4. ¿Todos tenemos la capacidad de comunicarnos con Dios o sólo los que somos artistas? 

Yo creo que todos llevamos el arte dentro. Por eso nos conmueve. Es un don del alma. Y el alma es una emanación de eso que llamamos Dios. 

5. Aquí se suele separar a la literatura del arte en general. ¿Crees que la escritura es un arte? 

Por supuesto que lo es. Pero también un oficio, que cuanto más se practica mejores frutos da.

6. ¿Por qué crees que en España hay pocas puertas abiertas para los nuevos artistas (incluido escritores)? ¿Nos asusta lo nuevo o es que lo antiguo nos pesa demasiado?

Vivimos en un país muy individualista, y eso es bueno y malo para los artistas. Bueno, porque la experiencia primordial del arte es individual; nace en nuestro interior y es el artista quien, al luchar por compartirla, da luz a su arte. El individualismo, pues, favorece el arte. Y malo, porque esa misma óptica egocéntrica nos dificulta reconocer una obra genial al primer golpe de vista. Por eso aquí, el creador debe desplegar un gran tesón para defenderla y darla a conocer. Somos así.

 párrafos. párrafospárrafos Javier Sierra ha sabido transmitir el gran misterio del arte, como prueba de que la existencia humana tiene un significado mucho más trascendente de lo que la mayoría piensa. ¿Por qué estamos aquí? Es la eterna pregunta que todos nos hacemos y que seguramente también todos los artistas del pasado se hicieron alguna vez. ¿Te gustaría saber cuál es? Quizá ellos, los maestros del Prado, tengan la respuesta. Si puedes acercarte al museo, puede que la encuentres por ti mismo. Si no, lee El maestro del Prado, pues quizá esté en alguno de sus párrafos… 

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Elisabeth Marín, una mujer que vuela alto

Elisabeth Marín, una mujer que vuela alto

Elisabeth Marín

Entrevista

UNA MUJER QUE VUELTA ALTO

Por Mar Cantero

Nunca se me había pasado por la cabeza ser piloto. No tengo a nadie en la familia que se dedique al mundo aeronáutico, pero es cierto que siempre me ha encantado viajar y al subirme a los aviones cuando pasas por el Cockpit (cabina de pilotos) ¡me quedaba mirando alucinada!

Elisabeth Marín vive a las afueras de Barcelona, su ciudad natal, cerca del Aeropuerto de Sabadell, donde pasa la mayor parte de su tiempo. Recuerda perfectamente el día en que cambió su vida para siempre, el mismo día en que se dio cuenta de que quería ser piloto. A pesar de no ser fácil conseguirlo para una mujer, ha alcanzado su sueño y sigue volando cada vez más alto en el cielo y en la tierra.

1. ¿Cuándo y cómo lo descubriste? Fue el 17 de Agosto del 2015, realizando el take off en uno de los aviones internos camino Bombay me encontraba, justo en la Terminal 2, Chatrapati Shivaji International Airport, Mumbai, La India. Fue justo al bajar del avión cuando, de repente, esperando el cambio de chárter, aparecieron una Comandante y la copiloto, ambas mujeres. Entonces, mi cabeza comenzó a divagar, sin poder dejar de mirarlas, observándolas, no dejaba de seguirlas con la mirada, mientras mi mente se sumergia en un baile de ideas, mezcladas con incertidumbre y pasión. Ese día, ese gran día, hizo que mi vida cambiara de rumbo 360 grados.

2. ¿Tuviste miedo o sentiste desconfianza? A mis 29 años, después de dedicarle toda mi vida al deporte, tanto personal, educacional, y profesionalmente, alcanzando todas mis metas, objetivos y proyectos propuestos, llegando incluso a asumir la gestión de un Club, decidí dar el paso y lanzarme a cumplir un sueño, un reto, una pasión oculta que no había salido a luz hasta ese momento, pero que lo hizo con una fuerza que se convertiría en imparable!

 

 3. ¿Cuál fue el primer paso hacia tu sueño? Empecé a indagar por internet escuelas aquí en Barcelona, todas ellas privadas (no hay otra opción), me decanté por el aeropuerto de Sabadell, dejando toda mi vida anterior en “standby”, evidentemente el deporte hoy por hoy forma parte de mis hobbies, ya que indudablemente me corre por las venas, sigue siendo una buena terapia tanto mental como física…

4. Imagino que no fue fácil… Me adentré a fondo en el tema de la aviación, todo mi mundo empezó a girar en torno a eso, pues dicen que si algo quieres toca esforzarse y de alguna manera aconsejan que proyectes, visualices, «te obsesiones» (sanamente hablando), y más si tus recursos económicos son limitados como era en mi caso, pues contaba con algunos ahorros de los anteriores trabajos, pero no los suficientes como para hacer un único gran pago. A la vez, fui cursando la parte práctica, sin duda la más emocionante, desde el primer mes ya te suben como piloto al avión, al lado de tu instructor (reza para que te toque uno enrollado).

 

Hay que ser firme con lo que uno desea si realmente piensa que vale la pena.

Vida sólo hay una e independientemente que para unos sea más corta y para otros más larga,

¡sigue siendo UNA!

5. ¿Qué sentiste la primera vez que volaste al mando de un avión? No olvidaré jamás mi primer vuelo, estaba súper nerviosa, ansiosa, con la adrenalina por las nubes, ¡iba a sentarme a los mandos! Es la mejor emoción que uno pueda experimentar, os lo  aseguro, el momento del despegue, cuando ves que segundo a segundo se hace todo diminuto, cuando puedes observar que tienes el mundo a tus pies, cuando miras al frente y sólo hay cielo, nubes… Cuando sientes tus manos y lo estás manejando tú, eso es poder! Nunca mejor descrito, la sensación es única. El estar ahí arriba me evadía de todo, sólo pensaba en ese preciso instante, era pura concentración, no existía nada más, y cuando estaba en tierra sólo contaba las horas que quedaban para volver a estar ahí arriba, sustentándome con la aeronave.

6. ¿Te apoyaron las personas de tu entorno? No ha sido tarea fácil para mí, empezando porque tenía que lidiar cada día con la opinión de mi familia, no entendían el porqué mi decisión de dejarlo todo y volcarme 100% en algo que no me daba seguridad de que saliera bien, no les parecía razonable cómo podía estar gastándome un dineral en estudiar algo que después no sabes si te vas a posicionar, pues vienen de una mentalidad de otra generación. Al principio esa situación me incomodó bastante, me generaba estrés, mal estar, por mucho que intentara hablar con ellos, convencerles, no había manera, era discusión tras discusión, chocarse contra un muro kilométrico indestructible, me iba tan triste a volar, no tenía apoyo, ni escuchaba en ningún momento – ¡Buen vuelo, ya nos contarás como te ha ido! ¿Te ha gustado? ¿Qué has sentido? Cuéntanoslo todo – Pues no, ni la mínima curiosidad… Sólo oía frases como – Estás loca, no lo vas a hacer, lo vas a dejar, no vas a encontrar trabajo de ello, es muy caro, nosotros no te ayudaremos, se estrellan avionetas cada dos por tres… Así que decidí ser lo más empática posible y tomármelo de otra manera. Con el paso del tiempo, poco a poco, al observar que era perspicaz, constante y que no iba a dejarlo, fueron abriendo su coraza e interesándose.  Sí que es cierto que por otro lado tenía palabras positivas, entonces me agarraba a ellas como un clavo ardiente…

 

Cuando vuelas te das cuenta de que realmente no somos nada pero a la vez somos tan grandes, podemos hacer tantas cosas magníficas…

7Iba pasando el tiempo, todo evolucionaba a mejor, mi familia más tranquila, con un punto de apoyo agradable, exámenes aprobados, sumando horas de vuelo con instructor hasta que te sueltan, lo llaman «el día de la suelta». Cuando ya llevas «X» horas de vuelo y tu supervisor cree que estás preparada para volar sola… ¡A despegar! Ojalá pudiese explicaros con palabras lo que sentí, sólo sé que en el take off, a unos 1000ft (pies) de la pista empecé a llorar de felicidad, y al finalizar el landing (aterrizaje), bajé del avión y vas tan hinchado de superioridad personal que no cabes ni por las puertas.

7. ¿Cuáles son tus planes en un futuro inmediato? No me puedo conformar con la licencia de Piloto Privado, quiero llegar al ATPL para llevar aviones comerciales (aerolíneas), así que disfrutaré una temporada volando con aeronaves y continuaré creciendo.

8.  ¿Has sufrido algún tipo de discriminacion en el camino por ser mujer? No, pero cuando iba a clase podía observar que de cada 25/30 alumnos varones había una mujer, y de ahí este proyecto, para darle un poquito de hincapié y fe al sector femenino que no se acaba de decidir!

9. ¿Qué consejo darías a otras mujeres que quieren alcanzar sus sueños? Que jamás os rindáis ante la adversidad, aunque escuchéis mil críticas negativas, mirar hacía vuestro interior y luchar, ya que todo lo que esté hecho desde el corazón y con esfuerzo habrá valido la pena. Siempre habrá personas que crean y depositen su apoyo y confianza en vosotros, quedaros con eso. Pero lo más importante, y esto tenerlo muy claro, no es llegar a la meta lo más rápido posible, sino disfrutar del camino, de lo que estás haciendo en cada instante, de la sabiduría y experiencia que estás adquiriendo porque eso, exactamente eso, es lo que nos nutre y nos desarrolla positiva y evolutivamente. Chicas ánimo, del arrepentimiento siempre estáis a tiempo y podéis retroceder, de probarlo e intentarlo, no. Pues conlleva un estado físico, mental y psicológico muy severo del cuál evidentemente la edad suele influir.

   

HAY PERSONAS QUE TE SALVAN Y REGALOS MÁGICOS E INCREIBLES QUE TE INSPIRAN…

«NO SE EQUIVOCA EL PÁJARO QUE ENSAYA EL PRIMER VUELO Y CAE AL SUELO,

SE EQUIVOCA AQUEL QUE POR MIEDO A CAER,

RENUNCIA A VOLAR PERMANECIENDO EN EL NIDO»

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Cuando te libras de personas negativas, empieza a ocurrir lo bueno. Mar Cantero

Cuando te libras de personas negativas, empieza a ocurrir lo bueno. Mar Cantero

Cuando te libras de personas negativas, empieza a ocurrir lo bueno. Mar Cantero

Por Mar Cantero / Directora de

Sabéis que mi editorial siempre es sincero, real y cercano, tal y como yo soy. Y esta vez, quiero hablaros de algo que me ha ocurrido y he comprobado personalmente estos días. Se trata del efecto que ocurre espontáneamente cuando nos libramos por fin de la negatividad de algunas personas, de su victimismo, de su tirar de nosotros para solicitar nuestra ayuda constante, de sus ocultaciones y mentiras, y sobre todo, de ese robarnos la energía continuamente, que suele dejarnos secos, débiles, y sin capacidad para seguir adelante. Pero hay algo más en todo ese engranaje que se sucede en cuanto las sacamos de nuestra vida.

Quizá sea por la acción de echarlos por fin, por haber tomado la decisión, o sencillamente por el hecho de alejarnos de ellos, pero de forma casi instantánea, empiezan a sucederse cosas positivas. ¿Lo habéis comprobado? Yo sí, personalmente esta misma semana. Algo que llevaba tiempo queriendo que ocurriese, se ha sucedido en cuanto me he librado de esta persona cargada de negatividad, miedos absurdos, ineptitud profesional, etc. Y es curioso, y alucinante, comprobar que la vida te devuelve lo positivo, por tu acción.

A mí me han empezado a pasar cosas buenas en cuanto he dejado atrás por fin a esta persona. Contadme si a vosotros os ha pasado algo parecido alguna vez en vuestra vida. Seguro que sí, ¿verdad? Deja tu respuesta en el formulario bajo el artículo. Y si te gusta, comparte y suscríbete a nuestros artículos. 

Si quieres saber más sobre personas con actitudes negativas o tóxicas, puedes consultar mi libro “RelacionArte: Una actividad de riesgo.”

La vida no es igual para todo el mundo, la realidad tampoco, hay tantas realidades como personas y pensamientos, por ello, esta revista es variada en cuanto a puntos de vista, original, y diferente. Y pretende serlo mucho más cada día, pues los autores que la hacemos vamos creciendo, evolucionando, y cambiando con cada experiencia vivida y su posterior aprendizaje.

Mar Cantero

DIRECTORA Y EDITORA

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