Vampiros emocionales
Cuestión de justicia
Por Cristina Martínez
Hay muchas formas de matar a alguien.
Eso lo saben muy bien los vampiros emocionales…
Si no me amas, mato todo lo que tú amas…
De eso no se habla. Pero, eso ocurre en millones de hogares; en hogares aparentemente felices; en hogares en los que a veces nos adentramos de puntillas y en los que descubrimos horrorizados que lo que parecía color rosa chicle es negro tinta china. Uno de los dos cónyuges, sufre el horror del chantaje diario, del acoso, del derribo, del desprecio y de la humillación. Y, en el caso de los hombres, lo sufre en silencio, porque ninguno está culturalmente dispuesto a confesar que su mujer lo maltrata.
Los hijos de la pareja en poder de esos hábiles manipuladores son incapaces de percibir la verdad, y se transforman sin saberlo en armas con los que agredir, atacar y herir a la auténtica víctima, que a la postre resulta ser el villano o villana de la película. La trampa es perfecta. A quien trata de escapar, se le condena de la forma más cruel imaginable, pues el vampiro sabe utilizar muy bien todos los resortes emocionales y sociales a su alcance para conseguir la muerte anímica de su víctima. La sociedad contribuye a engrasar este engranaje. Después de siglos de ningunear a las mujeres, las sociedades occidentales hoy se voltean para protegerlas y ampararlas con un desborde de culpabilidad, todo sea dicho de paso, justificada. Ahora bien, el problema es que, en este caso, las vampiras aprovechan esa coyuntura para ejercer desde esa protección social su dominio.
Si queremos conseguir la igualdad entre hombres y mujeres, debemos conseguirla desde la justicia y, así pues, tendremos que desenmascarar a quienes se sirven de esa protección para maniobrar y atacar a sus parejas con el fin de conseguir sus fines, ya sean de un género u otro. Esto contamina el discurso sobre la violencia contra las mujeres, lo sé, pero se trata de corregir una injusticia.
A Cristina la admiro por su lucha por la justicia y la igualdad entre hombres y mujeres y porque prevalezcan los valoes individuales de las personas.
Excelente artículo.
La manipulación emocional del que se nutren los vampiros emocionales se puede dar en hombres y en mujeres, no es monopolio exclusivo de un género u otro.
Felicidades Cristina!
hola me a encantado el articulo gracias por aprender mas sobre todo esto gracias 🙂
Un reflexión valiente. Trasciende estereotipos de género y da en el fondo de miserias humanas. Pierden ellas y perdemos todos.
Merci à cette auteure lucide et brillante, Cristina Martinez, qui apporte un texte aiguisé sur cette forme de violence.Une analyse très juste et pertinente de l’abus psychologique. Cette domination vampirique est tout aussi violente que la violence physique. Quand la femme en est victime, elle subit en plus la terreur que la violence deviendra financière et physique en plus. C’est rarement l’inverse ou l’homme vampirisé émotivement l’est rarement physiquement en surcroît. Quand l’homme est vampirisé il est souvent assez riche et financierement autonome pour fuir la vampire. L’inverse est rare et la femme perd en plus financierement quand elle doit fuir LE vampire.Merci Cristina Martinez pour montrer que le vampirisme emotionnel est souvent une couche additionnelle dans le processus de domination dans le couple.
Gracias por tu comentario. ¿Puedes traducirlo al español para que puedan leerlo todos nuestros lectores?