El deseo de estudiar y aprender es consustancial al ser humano, pero hoy se les niega a las afganas. ¿Y si fuera al revés? Que fueran los hombres quienes tuvieran prohibido estudiar y aprender y hubieran de quedarse al cuidado del hogar y de los hijos, subordinados además al capricho de sus esposas. ¿Y si para salir de casa tuvieran que hacerlo acompañados por alguna mujer de la familia? Y, por supuesto, que no se les ocurriera mirar a ninguna otra mujer, porque eso conllevaría un castigo terrible, incluso la muerte. ¿Qué pasaría si una simple acusación de su mujer, harta de él, o tal vez con idea de sustituirlo por otro, bastase para que le pegasen un tiro en la cabeza en plena calle y sin juicio previo?
La sororidad, hermanas, es algo que está por encima de las distancias geográficas y de las diferencias sociales y culturales. La sororidad es algo que nos engloba a todas. Todas pertenecemos a ese género maltratado durante siglos y, si no reaccionamos y nos solidarizamos con las afganas haciendo todo lo posible por ayudarlas, pronto nos tocará a todas llorar y arrepentirnos de haber mirado para otro lado…
Cristina, cómo siempre tan certera, en pocas líneas consigues describir una situación y a un tiempo movilizar las inquietudes hacia la sororidad
Gracias a Cristina se levanta una voz a favor de las mujeres avasalladas y maltratadas en este pais, dominado por unos miserables que amparandose en una supuesta religion son capaces de cometer todo tipo de atropellos e incluso matar.
¿ Donde estan las voces y manifestaciones de nuestras supuestas feministas que tanto dinero nos cuestan ?
¡¡¡ Ah…ya….que estan en otras cuestiones !!!….
En los últimos días las afganas han lamentado profundamente la falta de solidaridad del feminismo occidental.
Si acaso se ha hablado de ellas para hacer «paralelismos» con la situación de la mujer española, añadiendo crueldad a la ignorancia.
El feminismo radical no entiende de sororidad: nunca denuncian la situación de millones de mujeres musulmanas en el mundo.
Y la pertinencia de este artículo es recordar la base del problema y no disfrazar y negar la realidad.
Es una opinión valiente y comprometida. Efectivamente, si no nos defendemos y ayudamos las mujeres entre nosotras nadie lo va a hacer. Ellos están muy cómodos en su supremacía y les conviene seguir teniendo a esas esclavas sumisas. pero algo habrá que hacer para ayudar a nuestras hermanas musulmanas. ¡Gracias Cristina por contribuir con tu granito de arena para que el mundo mejore!
Mirar a otro lado nunca.!!
Ya lloramos, ya nos tocó ver lo que no queriamos ver.
Como bien dices Cristina, hay que reaccionar y solidarizarnos para ayudarlas y ayudarnos
Toda la razón, este es un tema de todas y debemos intentar alzar nuestra voz, por ellas y por nosotras, pues lo que está ocurriendo en Afganistán no es tan lejano, ni en distancia ni en tiempo. Hace muy poco que a las mujeres se nos trataba como a objetos en Occidente también.
Malos tiempos para todos en estos inicios del siglo XXI.
Estamos asistiendo a tiempos convulsos, complicados y cada vez más oscuros y todo ello reflejando el hundimiento de un sistema de valores construidos con mucho esfuerzo a lo largo de los dos últimos siglos. Valores como el respeto, la tolerancia y convivencia entre todos y sobre todo para con las mujeres. Y en estos momentos, parece que todo está explosionando y desbordándose sin saber muy bien haciadonde vamos. Creo que lo único que no debemos perder es la esperanza y destacar la labor que voces como la de Cristina se levantan para que no olvidemos nunca que hay que seguir luchando y denunciando. Gracias, amiga.
El maltrato y las injusticias contra las mujeres nos afecta y nos duele a todos los que lo sentimos como agresiones en nuestra alma humana. Debemos luchar todos juntos, hombres y mujeres, contra esta barbarie.
Toda la razón Fernando. Me alegra que lo veas así.
Gracias a todos por vuestros comentarios. Me enternece vuestra sensibilidad. Hombres y mujeres debemos estar unidos y luchar juntos contra la barbarie.
El problema de Agfanistan es de todos. Talibanes con las mujeres tenemos todos alrededor. El hombre es la gran parte del problema y debe aportar soluciones. No creo que las mujeres en solitario puedan hacerlo. Gracias Cristina
Qué desastre para la mujer afgana después de haber conseguido ese atisbo de libertad durante varios años y tener que soportar retroceder a la esclavitud impuesta por una mal llamada religión que la somete al padre,hermano,marido en definitiva a cualquier hombre y saber que su futuro es servir a seres de mente sádica y fanatismo religioso.
Muchas gracias Cristina. Esta situación de las mujeres afganas persiste aún todos los días no sólo al comienzo de la invasión talibana. No se nos puede olvidar y con artículos como el tuyo la tenemos más presente.