La esperanza es

magia en tu vida

Por Yolanda Mármol

¡Qué palabra más bonita la Esperanza!

Aquello que alguno de nosotros hemos perdido alguna vez

o podemos perderla. 

 

 

En mi caso, te confieso que a lo largo de mi vida la he perdido en un par de ocasiones, por lo que, todo lo que escribo aquí no son palabras huecas o vacías.

No hace mucho, leí un comentario que alegaba que la esperanza las tenían las personas que no aceptaban la cruda realidad, o algo así venía a decir. ¡Qué barbaridad! ¿No te parece? ¿Acaso es incompatible aceptar la realidad y mantener viva la esperanza? ¡Por supuesto que no!

Solemos perder la esperanza en situaciones de máximo dolor físico o emocional, cuando vemos que pasa el tiempo y éste no remite. Entonces pensamos que esa situación va a ser para el resto de nuestra vida así. No vislumbramos luz alguna al final del túnel. O dicho de otro modo, son aquellos momentos en que nos rendimos o tiramos la toalla.

 

 

Buscar el amor en todas las situaciones: cuando estamos pasando una mala época, tendemos a “maldecir” la situación que estamos viviendo, echar la culpa a la vida, a los demás, en definitiva, verlo todo oscuro.

El otro día leí una frase súper alentadora y qué encaja a la perfección con este post. Dice así: “El momento en que más deseas abandonar es el instante en que debes encontrar la fuerza en tu interior para seguir adelante.»

Hay diversas situaciones en la vida, momentos, o incluso en hechos triviales que así lo demuestran. Por ejemplo, cuando estamos pasando una noche horrible en la cual no podemos dormir debido a una preocupación o problema, no gira las agujas del reloj y parece que la noche no vaya a tener fin, pero todos los días amanece.

Los momentos previos al nacimiento de un bebé, la madre puede experimentar los mayores dolores que parece interminables y que nunca vayan a tener fin, y después sucede una experiencia que será inolvidable para dicha madre.

O aquel hecho tan trivial como cuando estamos limpiando una olla, cuando la suciedad parece estar en su cúspide es los momentos previos a cuando quedará reluciente.

Te he puesto estos tres ejemplos porque a mí en su momento me los dijeron y aunque nos parecen obvios, no lo son tanto en momentos de flaqueza y faltos de esperanza.

Pero para evitar llegar a caer en dichos momentos de flaqueza, hay ciertas actitudes que pueden ayudar a impedir que perdamos la esperanza.

Se dice que incluso las situaciones más duras que puedan ocurrir en nuestra vida, ocurren por un bien mayor, aunque en ese momento tan gris no lo podamos ver, algo lógico y normal. Pero es cierto, que muchas cosas que nos suceden, cuando pasa el tiempo y lo vemos desde otra perspectiva, podemos darnos cuenta que ese mal que nos pasó traería a nuestras vidas una mejor situación de vida.

Tenemos que recordar que los problemas nos hace personas más fuertes: cuando pasamos un época difícil, nos damos cuenta que, nos hemos convertido en personas más resilientes y con mucha más sabiduría.

En definitiva, creo que toda crisis o situación problemática tiene su por qué. El Universo es muy sabio y a veces, nos trae situaciones que nos va a convertir en una mejor persona.

Pasado un tiempo y cuando echemos la vista atrás nos habremos dado cuenta que aquellas situaciones dolorosas nos han ayudado a sacer lo mejor de nosotros mismos y a conseguir situaciones de vida más favorables en un futuro.

Así que, tenemos que recordar siempre ante situaciones problemáticas y cuando creamos que ya no podemos más y creamos que lo nuestro no vaya a tener fin, que estamos cambiando y evolucionando, aunque en ese momento nos sintamos estancados y sin esperanza alguna. Es justo el momento, en que la luz volverá a brillar e iluminar nuestra vida.

Deja tu comentario bajo este artículo. Nos interesa mucho tu opinión. 

La revista no se hace responsable de la opinión de sus autores. 

 

 

Subscríbete a

MENTES ABIERTAS